lunes, 7 de septiembre de 2015

Una nación llamada Arte


BramantyaArdhy Indonesia

Lo seres humanos somos animales sociales, nos necesitamos los unos a los otros para llevar una vida plena, necesitamos sentir que formamos parte de un mismo un grupo, eso nos da seguridad y sosiego. Por eso las personas suelen unirse para formar grupos sociales con los que comparten afinidades que refuerzan su sentimiento de pertenencia. Historicamente esos lazos fraternales han tejido sus raíces en los orígenes de la familia y la "tribu" en los que uno había nacido. Partiendo de las tribus se crearon las naciones, las patrias cuyos individuos compartían aspectos etnográfico. En paralelo las religiones, las lenguas y otros elementos culturales han ido dando paso a estructuras de identidad cada vez más complejas hasta llegar a las sociedades actuales donde las relaciones de pertenencia llegan a formar estructuras muy imbricadas. Por eso actualmente aparte de los grupos clásicos de Estado-Nación, raza, cultura o religión podemos encontrar otros grupos de afinidad entre humanos como pueden ser la afición por un mismo equipo de fútbol o por una misma afición.

Éste último caso me llama bastante la atención porque es una consecuencia bastante directa de la globalización que han propiciado los avances tecnológicos sobretodo en el ámbito de la comunicación. Personas de distintos entornos culturales y sociales encuentran un nexo común en el que compartir experiencias y relacionarse en un terreno trans-nacional, trans-religioso y trans-cultural. Este fenómeno se da en múltiples disciplinas sociales como el deporte, la ciencia, la política o el arte.